ACABAMOS DE REGRESAR DE NUESTRO VIAJE A INDIA. ÉRAMOS UN GRUPO DE MUJERES QUE VOLAMOS BUSCANDO ALGO MÁS, ALIMENTO PARA EL ESPÍRITU, Y QUE RECIBIMOS TANTÍSIMO AMOR, ENSEÑANZAS Y SINCRONÍAS SORPRENDENTES. .
Un grupo de 9 mujeres, cada una con su historia, con sus desafíos personales y con sus expectativas partimos para India el pasado 1 de octubre. Algunas de ellas tenían fobia a volar! y aún así decidieron ir, porque su alma les decía que lo que iban a recibir allá era más importante, más grande. Un viaje largo de muchas horas y se superó. También se superaron los miedos y mareos en las carreteras ondulantes de los Himalayas y las comidas picantes.
Algunas de ellas tenían miedo a viajar sin la familia, algunas buscaban tener tiempo a solas, y varias no hablaban inglés. Todas mujeres valientes que se animaron a dar el paso más allá de los temores.
"Team work, dream work"
Eso decía a cada rato Sandeep, uno de nuestros profes de yoga, un ser sumamente radiante y feliz. Y qué razón tenía!! En este viaje hubo mucho trabajo en equipo. Desde ayudarnos en las clases de yoga, traducirnos los menús en los restaurantes y las charlas en inglés, aferrarnos de las manos para cruzar el Ganges hasta escucharnos y darnos consejo en situaciones personales.
Aprendimos mucho lo que es la convivencia y la tolerancia y algo que India te enseña:
A SOLTAR EL CONTROL, FLUIR Y ACEPTAR LO QUE ES.
ESTE DE LA FOTO ES SANDEEP 👇
India es un país que te sacude, te saca de la zona de confort y te flexibiliza. Los indios nunca te van a decir que No, porque prefieren no incomodarte. Te dicen que Si, y luego hacen lo que les parece. Al final todo se acomoda y sale pero en el medio pasas por incertidumbres. No podemos controlar nada y solo podemos confiar, y esa es una gran enseñanza.
Este viaje fue de aprendizaje y de sacudirnos viejas creencias e ideas. Fuimos espejo una de la otra y de cada una tomamos algo lindo y desafiante.
En nuestro primer Ashram (en pleno Rishikesh) - Parmarth Niketan - vivimos el contacto directo con la experiencia de lo que es India en todo su esplendor: los cantos de mantras en la madrugada, la gente, la cantina y sus ritmos, los aromas, las ceremonias y rituales de fuego, las clases variadas de yoga en la mañana y la tarde, los emocionantes Satsangs de Sadhviji y el Ganga Aarti.
Luego nos mudamos a la montaña, al medio de los Himalayas en Sattva Yoga Academy, una escuela de Yoga Kundalini, un lugar paradisíaco, tranquilo, un remanso alejado de las multitudes y las bocinas. Pudimos tomar clases diferentes, más enfocadas en los pranayamas y la respiración. La alimentación detox sin picante adaptada a los extranjeros que estudian allí fue deliciosa.
Y por sobre todo, fue una bendición tener la reunión privada con el maestro director Anand Mehrotra del cual recibimos palabras sabias y grandes enseñanzas.
Solamente queda agradecer por todo lo vivido. El próximo año volveremos con otro grupo a otro viaje espiritual al lugar de mi corazón, la ciudad sagrada de Rishikesh.
Namaste, María ❤️
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