La conexión que nos da la terapia de Gong
- casanamaya
- 31 may
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El sonido envolvente del gong es descrito como un “resonar” sin límites, sin barreras; un sonido producto de una combinación de armónicos que permiten al oyente experimentar una forma diferente de escuchar y aprender.
Se forman olas envolventes de sonido que crean nuevos tonos, y así se vuelve tan complejo e impredecible que nuestra mente es incapaz de categorizarlo.
Las olas de sonido del gong, las vibraciones; suspenden las olas de pensamiento de nuestra mente, logrando lo que en Yoga se llama un estado de Shunya o nada, donde se puede llegar a un estado meditativo ya en los primeros 30 a 90 segundos de escuchar al Gong.
Este estado afecta nuestro cuerpo emocional y puede liberar emociones, y es que el Gong con su sonar logra una reorganización emocional para el que lo está necesitando.
También, el gong tiene la habilidad de despertar nuestra mente intuitiva, el discernimiento conocido en yoga como mente Buddhi.
Además, crea una relajación profunda, liberándonos del torrente de pensamientos que nuestra mente descarga y con ello libera bloqueos, reduce tensión, estimula la circulación, y ayuda a un mejor descanso entre otros.
Si nunca experimentaron un baño de Gong se los recomiendo; son no mucho más de 45” y quienes lo experimentan no quedan indiferentes, y justamente ésa es una de las cosas más bellas e interesantes; cómo algunos lo comentan en los momentos posteriores sus sentires o vivencias, incluso días después me comentan que vieron mejorado su sueño, o que un estado particular de estrés se superó casi al salir del toque.
El Gong es único y sus vibraciones nos tocan a todos, nos moviliza fuerzas y energías que nos cambian en lo profundo.
Estamos compuestos por 70% de agua y el Gong funciona como si fuéramos un estanque y él la piedra que cae y con sus círculos que se expanden va transformando nuestro sentir y realidad.
Namaste,
Ariel
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